Este artículo, escrito por la diseñadora de moda argentina Giovanna Marotta, explora la intersección entre moda, inclusión y sostenibilidad. Enfocándose en la moda sin género y la moda consciente, Marotta discute cómo la industria puede superar las barreras tradicionales de género y adoptar prácticas más éticas y sostenibles. Se destacan iniciativas como CHÉ Camisas, que promueve la inclusión con una amplia gama de talles y un enfoque en la moda lenta y duradera. La autora invita a los consumidores a apoyar marcas que fomenten un futuro más inclusivo y sostenible, subrayando el poder transformador de nuestras decisiones de compra.
En la actualidad, el mundo se encuentra inmerso en una crisis ambiental producto del calentamiento global.
Las reacciones de la Madre Tierra son infinitas y cada día será peor e irreversible. Necesitamos reeducarnos y actuar para devolverle su vitalidad vulnerada a través de una política regeneradora de cuidado, empatía y propósito.
El mundo está cambiando por efecto del cambio climático e intereses económicos por el monocultivo.
La mayoría de las producciones son de especies exóticas y la pérdida de la biodiversidad es veloz como nunca sucedió en la historia.
En Argentina son frecuentes los incendios en las provincias de Corrientes, Córdoba, Comarca Andina, Buenos Aires, Chaco, Entre Ríos y otros lugares. Es por eso que nos urge conocer, educarnos, difundir y accionar hacia la paz.
La paz no es la ausencia de la guerra. La paz interior tiene que ver con la armonía, con el cuidado, con la ecología, con un estilo de vida equilibrado, con la espiritualidad, con el amor en todas sus formas y con el índice de alegría que corre por nuestro cuerpo.
El ecofeminismo es una corriente de pensamiento y de activismo feminista que plantea que la explotación y la dominación de la naturaleza es similar a la que se hace con las mujeres en el Patriarcado.
Hay espacio para la mejora y, quizá, para el optimismo. Pero es necesario un cambio muy profundo de mentalidad, y dar pasos conjuntos y coordinados hacia la justicia ambiental. Al fin y al cabo, la revolución que necesita el planeta, será entre todas o no será.
Cuando las marcas deciden emprender un camino hacia la sostenibilidad, deben ser conscientes de los riesgos que se corren, ya que los consumidores responsables son mucho más curiosos e informados y las intenciones de aparentar la sostenibilidad o como lo llaman en inglés el “green washing” son detectadas muy fácilmente. Esto se puede convertir en un problema de reputación difícil de superar.
Con la asesoría e inversión adecuada una marca puede transformarse y convertirse en ejemplo de sostenibilidad, lo cual seguramente le representará una base de clientes fiel y un mejoramiento del nivel económico a mediano y largo plazo.
Cada vez son más las marcas que se suben al carro de la sostenibilidad y crean campañas que apelan directamente a las emociones de los consumidores, estas campañas tienen detrás una Responsabilidad Social Corporativa real.
Hace más de tres décadas que las prendas vintage se volvieron una tendencia. Este tipo de prendas beneficia al planeta, a la economía e incluso a las propias marcas. Al dar una segunda vida a una prenda y fomentar su reutilización estamos frenando el consumo masivo y reduciendo el impacto medioambiental, tanto en el proceso de fabricación como de destrucción.
La industria de la moda necesita tomar medidas de sostenibilidad urgentes y concretas. No cabe duda de que la moda tiene mucho que mejorar – y además, rápido. Se calcula que la industria es responsable de nada menos que en torno del 4% y el 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo.
Somos parte del medio ambiente, y todo lo que utilizamos forma parte de él. En CHE creamos esta lista de pequeños grandes hábitos que podemos incorporar en nuestra rutina diaria.