Cuando la Sostenibilidad es la Única Opción para que las Marcas Sobrevivan

Cuando la sostenibilidad es la única opción para que las marcas sobrevivan

La industria de la moda necesita tomar medidas de sostenibilidad urgentes y concretas.

Fast fashion es una estrategia que ha utilizado el sector de la moda en los últimos años. Se trata de renovar siempre que sea posible las colecciones elaborando prendas de acuerdo a las preferencias de los consumidores. La motivación es hacerlo en el menor tiempo posible para que de esta manera los consumidores tengan una nueva tendencia que comprar.

En el centro de la estrategia fast fashion está el concepto de «microtemporadas». Esta idea se relaciona con la capacidad que tienen las grandes marcas de interpretar más rápido las tendencias y gustos de los consumidores.

Lanzando productos adaptados al mercado, con precios más económicos, las grandes marcas se aseguran llegar a un público mayor. Además, la flexibilidad en la producción y distribución de los productos les permite beneficiarse con una falsa sensación de escasez que generan en los consumidores.

No cabe duda de que la moda tiene mucho que mejorar – y además, rápido. Se calcula que la industria es responsable de nada menos que en torno del 4% y el 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo, e incluso en el extremo inferior superan las emisiones anuales de Reino Unido, Francia y Alemania juntos.

Es necesario ponerlo en cifras porque es alarmante y porque en la sociedad en la que vivimos hasta que algo no se convierte en extremadamente alarmante parece que no estuviera sucediendo.

El valor de las marcas será medido en la sostenibilidad que abarquen

Marcas, entre ellas algunas de la talla de Burberry, Gucci y Prada, se comprometieron a reducir sus emisiones en un 30% para el año 2030, así como a eliminarlas completamente en 2050, en el marco de la Carta de la Industria de la Moda para la Acción Climática de la ONU (el último de los objetivos también figura en el Pacto de la moda, una coalición de empresas de moda comprometidas con alcanzar determinados objetivos medioambientales).

No obstante, lo preocupante es que las emisiones producidas por la industria de la moda en su conjunto están creciendo en lugar de disminuir. Después de pasada la peor parte de la pandemia todo parece quedar en el olvido.

Marcas como Chanel vuelven a hacer apuestas que atrasan, donde le hablan a un público de nicho, donde no aprovechan el lugar inmenso de vanguardia y comunicación y parece ser que solo nos toca a los emprendedores. 

Las reglas del juego cambiaron. Todos estamos tratando de entender cuál es la mejor manera de hacer las cosas y sobrevivir en el intento.  

La semana de la moda en París se acaba de celebrar y las apuestas volvieron a ser majestuosas, se tuerce el discurso de pensar que las colecciones podían volverse atemporales.

Pero centrémonos en lo bueno; porque generar solamente una crítica y no ver que hay mucha gente que hace las cosas de otro modo, no suma y solo genera una ansiedad globalizada. Y acá estamos haciendo. Porque se genera conciencia y eso es lo principal para iniciar cualquier cambio.

No solo esperan las semanas de la moda donde veremos qué cambios sí son posibles, donde quienes como Stella Mc Carnety, seguramente sigan innovando con su sustentabilidad e inspire a seguirlas.

También viene la semana de la moda en Copenhague que es el evento donde solo participan los diseñadores éticos con el medio ambiente.

Comienza los primeros días del mes  de febrero. Una pasarela  reservada a las nuevas generaciones y a las firmas de “moda emergentes”, bajo cuyo lema está previsto que se lleguen a reunir más de 100 diseñadores, con objetivo de generar un hondo debate en torno a materias como la sostenibilidad, la tradición y la innovación. 

No perdamos una vez más la oportunidad de mirar hacia un futuro donde la esperanza vaya de la mano de cuidar al planeta. Donde vestirse no sea un privilegio de una clase hegemónica, ni de talles.

La moda se está deconstruyendo como muchas cosas, como todos, y ¿por qué no darle la oportunidad a los nuevos talentos? O a reinventarse a marcas ya establecidas que están volviéndose Eco.

No más moda obsoleta, que se paga con un futuro de deforestación, incendios y a la que le decimos NO.  

¿Qué podemos hacer?

Hay muchas cosas que puedes hacer desde el lugar en que te encuentres, desde cambiar un hábito de consumo, hasta reciclar, y dejar de comer menos carne son opciones que están al alcance de todos. 

Elige materiales naturales

Evita la ropa hecha con materiales completamente sintéticos. Busca  materiales como cáñamo, lino o algodón orgánico, que cumplan con los estándares de sustentabilidad internacionales.

Otro aspecto importante, es extender la vida de la ropa, lavándola con más cuidado.  La mayoría de la gente lava la ropa con agua demasiado caliente y, cambiando ese hábito, además de aumentar la duración de las prendas se reduce el consumo de energía.

Investiga

Antes de comprar ropa nueva, debes preguntarte dónde fue fabricada y quiénes la hicieron. Elegí marcas que tengan certificaciones internacionales, como la que entrega la Fair Wear Foundation. Es una forma de contribuir a la protección de las condiciones laborales. ya que proveen una cierta garantía de que se pagan salarios adecuados.

En Argentina aún no existe, pero las transparencias de las marcas es muy fácil de ver investigando.

Compra ropa de segunda mano

Varios libros sobre moda sostenible señalan que las grandes tiendas comerciales ofrecen una gama muy restringida de prendas y que la gente sigue comprando el mismo tipo de producto una y otra vez.

Si lo que te interesa es la novedad, el cambio, la variedad, hay muchas más opciones en tu guardarropa o en los productos de segunda mano, mucha más exclusividad y una forma de contribuir al planeta.

Los consumidores también dejan su huella

Se señala que la forma en la que los consumidores utilizan la ropa también deja una importante huella ambiental debido al agua, la energía y los productos químicos que emplean para lavarla, secarla y plancharla, así como a los microplásticos que se vierten en el medio ambiente. 

Menos de la mitad de la ropa usada se recoge para su reutilización o reciclaje, y solo el 1% se recicla para producir ropa nueva.

Los consumidores también están aprendiendo cómo todos a mejorar los hábitos de consumo y no solo en la moda. 

Tips para que tengas en cuenta a la hora de consumir

1- Elige la opción local y artesanal. Esto es clave para favorecer a las personas, su trabajo y los negocios locales. Impacta positivamente la economía de tu región. Mucho mejor comprar una camisa de alguien apasionado por hacer camisas que cinco de una marca lejana e impersonal.

2- Un consumo más responsable de moda también debe considerar el mantenimiento y limpieza de las prendas. Mientras más ropa, mayor gasto e impacto ambiental derivado de los procesos de lavado, secado, planchado, etc. Lavar la ropa con menos frecuencia ayuda

Otro tip: No laves de pieza en pieza… Espera a tener una lavadora de ropa para ponerla.

3- En la misma línea tenemos que evitar usar la secadora. Siempre que sea posible, mejor secar al aire.

4- No es necesario comprar todas las tendencias. 

5- La nueva tendencia es trabajar en el estilo personal y dejar de seguir tantas modas. Sé tendencia con tu estilo.

6- Comprar solo ropa de calidad, que realmente nos quede bien y resulte cómoda y versátil. No más comprar por comprar.

7- Elegir prendas clásicas, básicas, de fondo de armario. Asegúrate de que van con piezas que ya tienes y así podrás combinarlas y crear conjuntos.

8- Los artículos de mejor calidad costarán mucho menos a largo plazo. Hay que comprar con visión. 

9- Elige marcas de moda sostenible. De esta manera, habrá garantía sobre materiales, prácticas éticas, transporte ecológico, etc. Las marcas que respetan el medio ambiente suelen tener pública toda la información que las hace sostenibles. Es posible acceder a ella, leerla con detenimiento y comparar.

10- Opta siempre por los mercados de segunda mano y vintage donde se le da una segunda oportunidad a la ropa que ya tuvo un uso de recursos en su primera fabricación. Si lo que te interesa es la novedad, el cambio, la variedad, hay muchas más opciones en tu guardarropa o en los productos de segunda mano, mucha más exclusividad y una forma de contribuir al planeta.

Consumidores y consumidoras responsables, ¿en qué gastan su dinero?

Además de contribuir al cuidado y la conservación del medio ambiente a través de los productos elaborados con prácticas sostenibles, los consumidores y las consumidoras responsables (y su entorno en general) adquieren otros beneficios.

Por ejemplo, apoyando iniciativas de Comercio Justo, se reduce el riesgo de que ciertas poblaciones o comunidades vulnerables puedan ser víctimas de la violación de algunos de sus derechos fundamentales, por ejemplo el trabajo en condiciones dignas o una buena retribución con las labores realizadas. De hecho, si lo analizas más a fondo, estás contribuyendo a eliminar la pobreza y la desigualdad.

A la vez, comprando materiales y productos fabricados de manera sostenible, ayudas a que los recursos por su venta y comercialización se destinen al desarrollo de grupos sociales y comunidades excluidas o que viven en condiciones desfavorables.

Recordar que ser un consumidor o consumidora responsable es elegir entre las enormes posibilidades de las que disponemos actualmente, dando prioridad a aquellas que priman la solidaridad, la ética, la justicia social y el respeto hacia un medio ambiente.

La sostenibilidad adquiere una mayor prioridad

Ahora que la Crisis Climática es más urgente que nunca, las firmas de moda tienen la responsabilidad de tomarse en serio su impacto medioambiental. La sostenibilidad no es simplemente una opción: ha de ser una prioridad urgente.

Expertos de todo el mundo abundan en que la sostenibilidad es hoy en día una prioridad fundamental para la industria de la moda y lo seguirá siendo en el futuro. 

Y vos, ¿creés que las marcas deben asumir una mayor responsabilidad frente al cambio climático? ¿de qué manera pensás que podrían saldar su deuda con el planeta?