Chakras

Perderse en el firmamento para encontrarse con unx mismo...

Cuantas veces habremos permanecido observando las maravillas que se encuentran en el cielo nocturno mientras reflexionamos o simplemente desconectamos de la rutina diaria, sintiendo curiosidad por conocer más sobre la bóveda celeste.

Desentrañar algunos de los misterios escondidos en el universo era posible con solo hacernos de unos buenos binoculares, un planisferio en una aplicación móvil, abrigo y algo caliente para beber en un termo. Con ese kit básico nos alcanzaba para poder disfrutar de la vía láctea en cualquier zona oscura y despejada sin contaminación lumínica. 

Desde la antiguedad, el movimiento de los astros han despertado la curiosidad de los seres humanos y de las civilizaciones. En cualquier momento de la historia se ha intentado ver en los cuerpos celestes nuestro origen y destino, buscando comprender los grandes acontecimientos de la historia humana.

Nuestros antepasados podían comprender aspectos importantes del comportamiento humano al observar de manera constante los cielos. Los egipcios y los hebreos creían que el cielo era un domo sólido, donde el sol, la luna, los planetas y estrellas estaban inmersos y la tierra era el centro de todo. 

Se dice que los astros influyen sobre la vida en la tierra: El Sol es la presencia central, es el generador de la vida y la fuente de energía que permite la existencia de los seres vivos en nuestro planeta. Es una fuerza controladora de la naturaleza y concebido por los antepasados como el padre originario ancestral.

La presencia de la Luna le da estabilidad a la Tierra. En la antigüedad la Luna era considerada madre controladora del espíritu de las aguas y de lo femenino, protectora de los sueños. 

Al volver la vista hacia el la majestuosidad de las estrellas nos dabámos cuenta de nuestra pequeñez.  

De ese firmamento provendrían enceguecedores relámpagos y formidables truenos. El sol, la luna y las estrellas emanando su luz sin cesar y la lluvia que caería para purificar nuestras almas. 

Al disfrutar el juego de los astros,  nos preguntamos si en alguna parte de ese enorme firmamento se esconde alguna fuerza natural responsable de todo esto.

Somos una parte muy insignificante en todo el universo. Poco sabemos de nuestro origen como planeta y de cómo se creó la vida en él. Sin embargo, estamos conectados con el universo de una manera muy importante y todo lo que le afecta a él, nos afecta a nosotros.

El universo es el lugar donde habitan nuestros antepasados y el lugar donde llegaremos todos aquellos que no transgredamos las leyes y el orden natural de las cosas. 

La contemplación de los astros nos inivita a reflexionar. Nos hace ver que todo pasa y que también nosotres lo haremos...