RESTAURA TU SALUD FÍSICA Y EMOCIONAL A TRAVÉS DE LA LUNA
Hemos escuchado frecuentemente que la mujer es cambiante, sensible y emocional.
A menudo estos atributos se consideran negativos, pero ¿cuál es realmente la información detrás de esta creencia?
La realidad es que somos muy similares a la Luna.
Nos movemos, nos renovamos y cambiamos con ella, tenemos naturalmente una fuerte conexión con las aguas: y esto nos hace estar, constantemente, alineadas y conectadas a los ciclos de renovación de la vida.
Ven conmigo a navegar en esta sabiduría que probablemente te intriga, pero nadie te ha hablado de ella.
LA MUJER Y SUS ARQUETIPOS: ¿CÓMO ESTÁN RELACIONADOS CON LA LUNA Y CON LOS CICLOS MENSTRUALES?
Te preguntarás qué tiene que ver esto con la Luna y por qué de repente me hablan de arquetipos.
Lo cierto es que tienen todo que ver, pues están conectados y tejidos desde un mismo propósito: atravesar cada fase para que la vida pueda florecer.
Hablamos de cuatro arquetipos principales de la Mujer y de cuatro fases de la Luna:
- LA BRUJA: LUNA NUEVA
- LA DONCELLA: LUNA CRECIENTE
- LA MADRE: LUNA LLENA
- LA HECHICERA: LUNA MENGUANTE
Resulta entonces, que los mismos arquetipos que tenemos como mujeres, los tiene también la luna: y están conectados en perfecto orden.
LA BRUJA Y LA LUNA NUEVA: MUERTE DEL OVULO, FASE DEL SANGRADO
Aquí estamos hablando de un arquetipo y de un ciclo que nos refiere a un espacio que se vacia y está disponiéndose a ser llenando.
Estamos hablando de la Tierra negra fértil y nueva, que se prepara para recibir la Semilla.
El arquetipo de la bruja está íntimamente ligado a la mujer que busca interiorización, que se ocupa de brindarse quietud para renovarse.
Convoca a la mujer que trabaja su espiritualidad, su consciencia y sabiduría.
La Luna nueva nos habla de lo mismo:
Para las culturas que han estudiado la influencia de los cuerpos celestes en la tierra, saben que la luna nueva marca el momento de sembrar cultivos.
Por eso en esta fase, desde un nivel integral y holístico, se recomienda sembrar las intenciones que tienes en el mes para que más tarde puedas recoger buenas cosechas.
Es en esta etapa donde se puede arar un buen terreno para sembrarlas.
¡AHORA, PRESTA ATENCIÓN!
Esto funciona así de manera general, es decir, esta es la manera en la cual los ciclos NATURALES CAMBIANTES de la tierra influye directamente en nosotros como seres vivos.
Sin embargo ¡Tú, al ser mujer! tienes adentro tu propio ciclo, tu propia brújula que te dice en qué momento estás.
Y aquí viene la joya: tu Luna (es decir: tu menstruación).
Esta fase lunar (luna nueva) se representa en nuestro ciclo menstrual como: la fase del sangrado, o la muerte del óvulo.
Esto, solo nos confirma lo que ya venimos recordando: que todo final es un nuevo inicio.
Por eso el cuerpo en esta fase, nos pide descansar y hacer un recogimiento externo para bajar hacia nuestras mayores profundidades y alcanzar estados muy intuitivos.
Estados que nos permitan darle claridad a nuestras intenciones y propósitos.
Miremos cómo trabajan los demás arquetipos y fases lunares para ir comprendiendo su interrelación.
LA DONCELLA Y LA LUNA CRECIENTE: NACE EL OVULO, PRE-OVULACIÓN
¿Todo lo que sembramos requiere ser cuidado, verdad?
En esta fase vamos a cuidar la semilla que plantamos en esa tierra fértil del ciclo anterior.
En esta etapa los estrógenos (grupo de hormonas fundamentales para salud femenina) tienen un aumento.
Esto hace que se produzca más la serotonina (un neurotransmisor relacionado con el manejo de las emociones y el estado de ánimo) y experimentemos un aumento de energía.
Al estar navegando en un mar de mayor bienestar físico y emocional, es apenas comprensible que nos podamos sentir con mayor entusiasmo.
Que aceptemos, por ejemplo, con más facilidad las críticas que nos hacen los demás. Y por ende, que nos relacionarnos con el exterior más íntimamente.
En la Luna creciente la savia y el agua del suelo, que se concentran mayormente en las raíces.
Esto hace que sea una perfecta fase lunar para que empiecen a germinar las semillas.
Aquellas semillas que plantaste en tu anterior ciclo y las cuales están llenas de tus mayores intenciones, anhelos y propósitos.
El arquetipo de la doncella corrobora y apoya este proceso, pues nos habla de la resolución y el direccionamiento de nuestros impulsos y nuestras emociones.
¿Vas comprendiendo que en la medida en la que escuchas tus ciclos internos y comprendes sus cambios, tomas el poder de tus creaciones?
LA MADRE Y LA LUNA LLENA: MADURA EL OVULO, FASE MÁXIMA DE OVULACIÓN
Todo lo que venimos experimentando en la fase anterior se potencializa.
Nuestro cuerpo está abierto, estamos receptivas, nuestras aguas emocionales y fluidos están activos.
¡El cuerpo está esperando ser fecundado!
En la naturaleza, cuando la luna alcanza su mayor punto de luz, las plantas brillan y se ve cómo tienen un mayor aumento de savia y agua en sus follajes.
Debes comprender en este punto, que hemos pasado por un proceso de siembra y cuidado y lo que estamos haciendo ahora es recoger la COSECHA.
Si hemos hecho durante cada ciclo un buen trabajo, un trabajo consciente.
Dándonos aquello que necesitábamos, vamos a reconocer que en esta fase máxima de ovulación, no solo tenemos le poder para darle vida a un ser humano, también podemos darle vida y luz a los proyectos más preciados de nuestro corazón.
Y aquí entramos felices en la magia arquetípica de La Madre: aquella mujer amorosa, empática, generosa, que protege, cuida, nutre y se responsabiliza de sus creaciones.
Preguntante si es momento y si estás lista para navegar estos ciclos de la mano de la LUNA.
LA HECHICERA Y LA LUNA MENGUANTE: ENVEJECE EL OVULO, FASE PRE-MENSTRUAL O PRE-LUNA
En esta fase lunar la savia y el agua de las plantas empieza a moverse nuevamente hacia abajo, a sus raíces.
Nos indica nuevamente, el mirar hacia adentro pero ahora acompañado de una acción. Dejar atrás lo que ya no sirve.
Si te preguntas cuál es la diferencia entre una bruja y una hechicera esta es la respuesta:
La bruja se enfoca en su conexión espiritual: está en un estado de introspección.
En su lugar, la hechicera se enfoca en la práctica mágica, es decir, se ocupa de ordenar en la materia todo lo que la bruja hace en introspección.
La hechicera se vincula estrechamente con el misterio: es una mujer intuitiva, consciente de sí misma, salvaje y poderosa.
Dentro de tanta sensibilidad, tendemos a experimentar la realidad con intimidad y recogimiento.
Quizá no estemos tan resolutivas en lo cotidiano, pero sí estamos muy receptivas. Con nuestra intuición aguda.
Por lo que es ideal entonces, emplear este momento para identificar qué necesitamos priorizar en nuestra vida y necesariamente despedir lo que ya no resuena con nosotras.
Limpiar interiormente, ordenar en este ciclo ayuda a que podamos revisar nuestros proyectos vitales y profesionales con mucha objetividad.
Y así decidir si debemos continuar o destruir.
¿QUÉ SIGUE?
¡SENCILLO! VOLVEMOS AL CICLO CREATIVO NATURAL.
ESE DEL CUAL TENEMOS LA INMENSA FORTUNA DE SER PARTE ¿POR QUÉ?
PORQUE ELEGIMOS UN CUERPO FEMENINO.
Te dejo aquí algunas cuentas especializadas en salud femenina y pedagogía del autocuidado, donde podrás tener muchas bases para empezar a cuidar de ti.
Desde el alimento, desde el cuidado en las emociones, desde la escucha interna.
Debes abordar tu salud de manera integral: entendiendo que eres mente, emociones, espíritu, y cuerpo.
Agradezco que hayas llegado hasta aquí, sobre todo, porque sé que alguna semilla pude haber sembrado en ti.
Este camino es a veces retador, pero cuando des un paso y el otro y el otro, cuando menos pienses estarás transformando toda tu realidad.
Tú puedes mujer, poderosa, valiente, cambiante y vibrante. Eres la manifestación de la sabiduría del universo.
Eres guardiana de tu propia vida y de la vida que te rodea.
Gracias.
Con amor: Laura Uribe López, con apodo Colibrí.