Cómo Viajar y Mantener una Dieta Saludable

Cómo viajar y mantener una dieta saludable

Cada vez más personas eligen cambiar su estilo de vida y lanzarse a recorrer los distintos rincones del mundo. Ya seas nómada digital, mochilerx o viajerx, es un hecho que las personas nos encontramos cada vez más en movimiento y la alimentación es uno de los aspectos que más solemos descuidar.

El modo de alimentarnos va cambiando conforme cambia el estilo de vida y los recursos con los que contamos. El cuerpo simboliza el elemento Tierra, por lo tanto si la Tierra no es estable, vamos a verlo reflejado en nuestro cuerpo. Por ejemplo, si estoy viajando como mochilero recorriendo varios países y cambiando de lugar a diario, es muy probable que no logre tener un equilibrio en mis comidas.

La gran incógnita es ¿cómo podemos lograr ese tan necesario equilibrio si elegimos vivir viajando? Quédate en el artículo y te compartiré algunos consejos de nutrición en mi experiencia como viajera, para evitar tomar decisiones que no colaboren con tu salud.

Análisis de recursos

El primer paso es conocer los centros de distribución de alimentos locales: mercados, ferias, tiendas orgánicas, almacenes. Consultar ubicación y horarios de atención de estos espacios será un dato clave. En nuestra visita podemos chequear y hacer un relevamiento de los productos que dispone la zona, observar hábitos de consumo y nunca está de más hablar con la gente local para obtener algún consejo popular, o alguna receta tipica. “Lo más sano es lo más cercano” dice el dicho que promueve el movimiento Local Food.

Una vez que tenemos un registro de los productos que nos ofrece la zona, como frutas y verduras de estación, hierbas, semillas, frutos secos, cereales, legumbres, pescados, mariscos, quesos típicos, carnes u otros productos animales, ya podemos comenzar a planificar nuestras compras, y el menú semanal.

Orden

La alimentación requiere organización, planificación y tiempo, para poder anticiparnos a los momentos en los que no sabemos qué comer, dónde prepararlo ni donde comprarlo. Tomarnos un momento para organizar cómo serán los próximos movimientos, anticiparnos a las compras que debemos realizar y destinar tiempo a la elaboración de las comidas considerando nuestros compromisos, serán claves para ganar eficacia en el proceso:

1) Crea un esquema de la semana teniendo en cuenta lugares que voy a visitar, sitios donde voy a parar, compromisos o actividades y recursos que voy a necesitar para mi plan alimentario semanal.

2) Piensa 4 o 5 ideas de menú que desee probar, incluso platos típicos del lugar.

De acuerdo al tipo de alimentación que tengas y al país que elijas como destino, será más o menos complejo implementar estos consejos.

Cuando la cultura del país que estás visitando es completamente distinta a la tuya, se vuelve un poco más desafiante aunque más divertido a la vez. Si llevas un tipo de dieta vegana o vegetariana, hay muchos lugares del mundo que pueden ser más fácil aplicarlo, como Europa, EE UU, Australia, India, pero en otros países de Sudamérica o Latinoamérica podría resultar mucho más difícil. 

Asegurar stock

Para evitar tomar decisiones impulsivas en momentos donde no cuento con ningún alimento disponible que sea sano o se adecue a mi dieta, vamos a considerar tener 4 o 5 de alimentos para salvarnos en cualquier situación.

Viaja con provisiones: como no sabemos con seguridad con qué nos vamos a encontrar cuando lleguemos al destino, lo mejor que podemos hacer es tener fórmulas mágicas que nos salven y nos aseguren una nutrición óptima, aquí te propongo algunas:

a) Mix de frutos secos energizante: Dejar en remojo toda la noche nueces, almendras, semillas de girasol y zapallo. Escurrir el agua y dejar secar al sol o a la sartén a fuego bajo las semillas. Mezclar con pasas de uva, ciruelas desecadas o algún otro fruto desecado. Conservar en un frasco en heladera si son climas cálidos. En caso de no contar con refrigeración en lugar de hidratarlas solo tostarlas para conservarlas mejor.

b) Rawmesan: Dejar en remojo toda la noche semillas de sésamo. Escurrir el agua y dejar secar al sol o a la sartén a fuego bajo las semillas. Mixear, licuar o procesar con levadura nutricional, curry, sal marina o rosada y pimienta. Transportar en un frasco de vidrio o bolsa de madera.

c) Frutas desecadas: Siempre vienen bien tener a disposición bananas, duraznos, ciruelas, mangos deshidratados o desecados.

d) Quinoa, amaranto o trigo sarraceno: Estos 3 cereales son de alta calidad nutricional y serán de gran ayuda si llevas alguno contigo. Lo puedes conservar seco en un frasco, bolsa ziploc o tupper. 

e) Cacao nibs/ Bajas de goyi: Estos frutos son energizantes naturales de alta calidad nutricional y rico en antioxidantes. Se conservan muy bien y son de gran facilidad para consumirlos. Los puedes transportar en una bolsa ziploc o de papel madera y tener siempre contigo.

Si el peso no es un problema, también es ideal que puedas tener a disposición un kit sazonador para tus ensaladas como: aceite de lino o chía o aceite de oliva, sal rosada o del himalaya, y especias

También puedes contar con superalimentos que te sacarán del apuro, solo con incluir una porción en tus batidos, smoothies, sopas y/o ensaladas. Te recomendamos: espirulina, matcha, moringa, maca, cacao amargo, algas nori, clorofila, levadura nutricional y semillas de hemp.

 

Esperamos que estos consejos te hayan servido, recuerda que lo más importante es que puedas conservar tu salud más allá de las condiciones en las que te encuentres, siempre habrá estrategias para lograrlo. 


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